Al igual que otras artes, la pintura en Roma tenían una finalidad práctica: decorar las casas y palacios. La condición social del pintor era la de un artesano, aunque los que pintaban sobre tabla tenían mayor prestigio.
La pintura mural se realizaba con la técnica del fresco, aunque también se discute que en algunas ocasiones se utilizaran técnicas mixtas. Para la pintura sobre tabla se utilizaban las técnicas al temple y a la encaústica. La gama de colores era amplia, ya que a la del mundo griego y egipcio se les suman algunos colores más. Destacan el negro, el blanco, el rojo y el amarillo, aunque a veces también se utilizaron verdes, azules y violetas. Se aplicaban mezclados con agua y a veces con cola.
La pintura romana se clasifica en cuatro estilos a partir del siglo XIX y fueron establecido en base a las pinturas conservadas en Pompeya.
Las pinturas de Pompeya son las mejor conservadas ya que en el año 79 d.C. una erupción del Vesubio cubrió toda la ciudad, permitiendo que se conservaran las pinturas (entre otras muchas cosas) como no se han conservado en ninguna otra ciudad. Todas las pinturas de Pompeya se encontraban en Domus.
-Hay 4 estilos de pintura:
Este estilo de pintura romana se desarrolla desde mediados del s.II a.C. hasta principios del s.I a.C., todavía en época republicana.
Es así llamado porque imita la decoración de mármoles que se aplicaban en época helenística. Es un estilo muy colorista, de aspecto muy suntuoso. El muro suele estar dividido en tres: un zócalo pintado imitando granito, una zona media imitando mármol y un remate a modo de cornisa realizada en estuco.
- Estilo Arquitectónico:
Se desarrolla durante el s.I a.C, en la época de César. Es llamado estilo arquitectónico porque imita no sólo revestimientos sino también arquitecturas. También es llamado "Estilo de perspectiva arquitectónica" porque busca profundidad y perspectiva. Esto hace que las estancias parezcan más grandes. Se dan frecuentemente las ventanas, tras las que se puede ver edificios, y resulta más teatral, además, aparece el paisaje.
En definitiva se trata de una pintura romana que tiende a la disolución del muro. Es un estilo ya de plena creación romana.
- Estilo Mixto u Ornamental:
Se dio entre el 27 a.C. hasta la mitad del s.I d.C, es decir, durante la época de Augusto y sus sucesores. Es un estilo mixto porque en cierta manera es una mezcla de los dos anteriores. Es un estilo menos real y más fantástico.
Se caracteriza por la representación de elementos ornamentales muy ligeros, apareciendo también edificios fantásticos, frisos con niños, elementos vegetales muy estilizados, figuritas de animales, de humanos también pero más pequeñas y delicadas, y pequeñas escenas mitológicas. Los colores son muy intensos.
Se dio más en Roma que en Pompeya y destacan las de la Domus Aúrea de Nerón.
- Estilo Ilusionista o Escenográfico:
Se trata de la pintura que se manifiesta desde la época de Nerón, en la primera mitad del siglo I, hasta el final de este siglo. Toma elementos del segundo y tercer estilo.
Es el estilo más confuso. En él aparecen también escenas mitológicas, históricas, tiene un gran recargamiento decorativo, aparecen cortinajes y telones y cobra mucho desarrollo el paisaje. También aparece en la Domus Aúrea de Nerón y en la casa de los Vetii en Pompeya.
También hay frescos llamados por Vitrubio "Megalográficos", que se dan en el s.I a.C. y parte del I d.C. Representan personajes de tamaño natural que componen escenas. Pueden aparecer aquitecturas para dar un mayor realismo. No hay muchos, pero sí de una gran calidad. Destaca "La villa de los misterios", en Pompeya, de época de Augusto.
Después del s.I d.C. la pintura se limita a grandes masas pictóricas sin delimitar, con búsqueda de efectos claroscuristas con un gran detallismo en las representaciones, pero después se da una reiteración de los estilos pompeyanos. En el s.II encontramos muchos mosaicos y revestimientos de mármol sin compartimentación. En época de Adriano se hacen muchos estucados con pinturas geométricas y vegetales y pinturas con un sentido muy pictórico, con colores más claros y sfumato.
La pintura de caballete y los pequeños frescos también se dan. Los temas se enriquecen: historia, paisajes de distintos tipos, mitología, bodegón, vida cotidiana, animales y el retrato. El retrato se da desde el s.I a.C. pero es en el s.II cuando proliferan. Destacan los del Fayum, unos retratos funerarios en tela o en madera que están realizados con la técnica de la encáustica.
Un buen ejemplo de retrato es "El panadero y su esposa", del s. I en Pompeya.
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